15 de abril de 2008
EL ORIGEN
“Hey hey, my my rock and roll can never die”
Neil Young
¿Se podría objetar que en 1954 se inventó el rock and roll? Tal vez. Aunque la respuesta no sería del todo exacta. Sin duda, 1954 fue un año importante en el que rock and roll comenzó a dar sus primero pasos. Entonces, ¿será 1955 el año donde dicho género maduró? Posiblemente. Todo el mundo tiene ideas propias acerca de los orígenes del rock and roll, pero una cosa es cierta: a mediados de esta década, la bomba ya había estallado y el paisaje estaunidense de la clase media sana y conservadora había cambiado. De pronto, un tipo llamado Elvis Presley apareció un domingo por la noche en un programa televisivo moviendo las caderas, un gesto por demás amenazador para la moral, un chico blanco cantando como negro. No tardaría mucho tiempo para que las masas lo convirtieran en Rey. El Rey Elvis Presley. Pero en realidad ¿Elvis es el rey? Si Elvis es el rey, ¿qué grado de jerarquía ocupará un Check Berry, un Little Richards, un Muddy Waters, un Ray Charles?
Seguro los tatarabuelos de estos negros venían en aquellos barcos exploradores británicos y españoles del siglo XVI que empezaron a establecerse en Norteamérica. Esclavos que llevaron al Nuevo Mundo sus creencias religiosas, así como su música y sus canciones tradicionales.
Por eso, habrá que agradecerle antes que a Norteamérica, a África, la base y los orígenes del rock and roll. Sociedades tribales africanas, donde el ritmo era algo más que un elemento musical, constituía un lenguaje en sí mismo. Como elemento clave de comunicación, los ritmos africanos desarrollaron una rica complejidad. Entre los siglos XVI y XIX, la cultura del tambor llegó a América con los esclavos y el cruce de influencias fue inevitable. Las comunidades de esclavos absorbieron la música religiosa y el folk europeo.
El rock and roll se desarrolló a partir de raíces muy diversas: el blues, y el gospel de los afroamericanos, el folk y la música country de los estados del Sur y del Suroeste, de EU, la música del Caribe, el jazz de Nueva Orleáns, el pop de Tin Pan Alley...Pero, sin duda, fue el blues, el estilo que más profundamente marco al rock and roll. El blues se desarrolló en los estados del Sur durante las primeras décadas del siglo pasado. Una música cargada de desesperación y esperanza a la vez, cuyas fuentes se encuentran en las canciones campesinas y en los temas folk, así como en los cantos de los talleres y lugares de trabajo. En el blues, la composición, que se basa en doce compases, se creó como una llamada y respuesta entre la guitarra y la voz. En los años veinte y treinta, Charley Patton, Robert Jonson y Blind Lemon Jefferson grabaron los primeros discos de blues, que contribuyeron a la difusión del género.
Pese a la abolición de la esclavitud después de la guerra de Sucesión muchos negros vivían en la miseria más absoluta, trabajando a cambio de casi nada en los campos de algodón del Sur. Para ellos ciudades del Norte siempre actuaron como un imán. En 1949, por ejemplo, un negro podía llegar a ganar en Chicago 1.900 dólares al año, mientras que en la zona del Misisipi la cantidad no superaba los 439 dólares.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los centros industriales del Norte vivieron una época de expansión y hacia ellos emigraron los afroamericanos, dejando atrás las granjas rurales del Sur. Muchos negros del Misisipi solo llegaron hasta Memphis, que hacia 1948 contaba con 40% de población negra. Otros se trasladaron a Nueva York, Detroit o Cleveland. Pero fue Chicago, comunicada por varias líneas férreas, la ciudad que atrajo más emigrantes. Allí, una comunidad de intérpretes de blues sureños recién llegados empezó a utilizar instrumentos eléctricos, lo que contribuyó a que el blues diera un nuevo paso. A finales de los cuarenta, Muddy Waters había formado un conjunto eléctrico que resultó fundamental para las bandas de rock and roll.
El gospel también tuvo un profundo impacto en el rock and roll. La influencia de grandes cantantes tales como Clara Ward, Mahalia Jackson y Sister Rosetta Tharpe queda patente en la fervorosa intensidad de su sentimiento, uno de los principales elementos de la nueva música.
Por su parte el country (denominado por algunos como el blues de los blancos) al igual que el blues rompió las barreras raciales: Chuck Berry y Elvis, por ejemplo estaban profundamente influidos por ambos estilos. El country no era otra cosa que baladas tradicionales acompañadas de instrumentos de cuerda como el violín. Canciones como las de Hank Williams expresan con una sinceridad llena de arte la angustia del desamor o de los placeres de una noche en la ciudad.
El folk es otro testimonio de primera mano de la vida cotidiana de Estados Unidos. El compositor folk observa las tragedias y los triunfos del país y luego sintetiza sus reflexiones en forma de canción. La música folk no tiene origen racial o geografico; dos de los artistas folk mas influyentes fueron Huddie Ledbetter, alias Lead Belly, un negro del Sur, y Woody Guthrie, un blanco de lo estados del Medio Oeste. Su influencia en la música popular fue muy directa, artistas como Bob Dylan entre otros, siguieron sus pasos y empezaron a escribir canciones que instaban al país a afrontar los problemas sociales.
El rhythm & blues, es el precursor directo del rock and roll, una fusión de géneros desde el blues, el swing, el boggie-woogie y el gospel. Una música que causó sensación a finales de los cuarenta y durante los cincuenta. Obras estupendas a cargo de sus dos principales figuras: Ray Charles y Louis Jordan.
Jordan con un estilo desmadroson, siempre divertido, alegre, de buen humor y de una energía que no eclipsaban su talento. En los primeros éxitos del rock and roll de Billy Haley and the Comets hay muchas reminiscencias de Louis Jordan y sus Tympany Five..
El blues y la música country llegaron al Sur, así como su hibrido el rockabilly. Memphis cuna artística de Elvis Presley y B.B king, era un fértil lugar de encuentros de diversas tendencias que allí se fusionaba. Más al sur, en Nueva Orleáns, los ritmos estaban influidos por los ritmos latinos que llegaban a dicha ciudad portuaria. Vibrantes ritmos de una de las estrellas más brillantes de la ciudad, surgían a cargo de Fats Domino. A finales de los cuarenta y principios de los cincuenta, el blues de Chicago se convirtió en género propio y artistas como Muddy Waters, Howlin Wolf y Little Walter, dotaron al estilo de un carácter emocional y un sonido duro. Mientas en NuevaYork proliferaban los grupos vocales. Al principio, eso grupos eran exponentes del rhythm & blues, pero en seguida evolucionaron hacia el rock and roll. La música gospel también florecía y muchos de los cantantes jóvenes de R&B procedían de los coros de las iglesias. En Los Angeles y Texas se desarrolló un estilo propio más elaborado al igual en Detroit y Filadelfia. Posteriormente, gracias a la labor de pioneros como Chuck Berry, todos estos estilos musicales empezaron a fusionarse y a transformarse. El resultado todos lo conocemos: el Rock and Roll.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Me encanto la pagina, muy informativa!!!!
Me encanto la pagina, muy informativa!!!!
Publicar un comentario