15 de abril de 2008
BLACK REBEL MOTORCYCLE CLUB. (HOWL - 2005)
Black Rebel Motorcycle Club
Howl (2005)
El origen de su nombre proviene
de una de una de las mejores películas de los 50s, El Salvaje, interpretado
por Marlon Brando, que encabeza a una pandilla de motociclistas que se hacían
llamar Black Rebel Motorcycle Club.
Originarios de San Francisco, y
hoy radicados en Los Angeles, BRMC es sin duda alguna mucho
más que la mayoría de grupitos indies que hoy abundan por todos lados. Con dos
álbumes anteriores, el homónimo BRMC (2001) y
el Take Them On Your Own (2003) en donde se
escuchan claras y valiosas referencias, que van desde grupos setenteros como
The Stogees, The Velvet Underground, The Ramones y The Sex Pistols, hasta
grupos de culto de los ochentas, dígase Joy Division, The Stone Roses y más de
cerca a The Jesus And Mary Chain, hasta grupos del noise de principios de los
noventas como Ride y My Blody Valentine. Estas dos placas tienen una
combinación de discos memorables; el “Funhouse”, el “Daydream Nation”, el “Sticky Fingers”, y por supuesto,
el “Psychoçcandy.
Desde sus inicios la banda
formada por Peter Hayes en la guitarra, bajo y voz, Robert Been, guitarra, bajo
y voz, y Nick Jago, batería, fueron rápidamente comparados con grupos como The
Strokes, The White Stripes o los mismos Kings of Leon, grupos mediaticos que
poco tenían que ver con la banda californiana. La muestra se encuentra en su
más reciente material llamado Howl (nada tiene que ver
con el poema homónimo de Allen Gisnberg) que marca no solo su mejor disco,
sino que se alejan por el momento de los sonidos sucios y setenteros, va más
allá de sus influencias británicas que los caracterizaba (no por nada son los
rockeros americanos con más sabor ingles) para entregarnos un disco distinto de
sus dos álbumes previos.
A pesar de haber sido echados en
el 2004 de Virgin Records por no cumplir las expectativas del
sello, a raíz del oscuro y denso Take Them On Your Own (2003) (recibido con extrema frialdad por la
critica y por un público tal ves cansado de nuevos chicos rockers) y para
variar un incidente en Edimburgo, todavía envuelto
en un misterio, provocó la partida (o expulsión) de la banda del baterista Nick
Jago, que por cierto más tarde se reincorporaría para una breve participación
de Howl. A pesar de todo eso, los BRMC sorprendió
a propios y extraños con uno de los mejores discos del 2005, bajo el sello
discográfico de Echo en el Reino Unido y RCA en
EUA.
Howl, es un disco simple, sin
artificios y con marcado espíritu acústico y melancólico. Una perfecta mezcla
de rock psicodélico, de folk, de blues, de gospel y un poco de country. Tal es
el caso de blues acústico con persistente y estupenda
armónica en cortes como “Shuffle Your Feet”, “Ain't No Easy Way”,
“Restless Sinner”, el folk en “Devil's Waiting”, “Fault
Line”, “Complicated Situation”, y toneladas de gospel en las
letras “Gospel Song” , la estupenda “Weight
Of The World”, una balada al piano de clasicismo sorprendente como
lo es Promise” o “Open Invitation”,
el corte escondido del final, en el que parecemos encontrarnos incluso con la
voz de Elvis Costello,
El tercer álbum del trío estadunidense está cargado
de sonidos
clásicos y a la ves emocionantes. Referencias claras de Bob Dylan y de Neil
Young, de Buffalo Springfield y de Jonhy Cash.
Howl es un disco de cabecera, lleno se
sensibilidad, cálido, sólido, “novedoso”, primitivo, áspero, “americano” y
sobre todo, un disco de verdadero rock n roll.
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