28 de octubre de 2012
Ya no Quiero ser Mexicano
16 de agosto de 2012
La torta bajo el brazo
Antes de que Nicolás naciera, mi abuela, solía contarme sobre la torta bajo el brazo. Tal desatino no era otra cosa que un conjunto de bendiciones espirituales y sobre todo monetarias. De jugosas ofertas laborales y de una solvencia económica asombrosa y mágica, que llegaba justo cuando los hijos pisaban el mundo. Según mi abuela -y algunas otras personas optimistas- en cuanto Nicolás naciera, no habría manera de qué preocuparse. Me esperaba un trabajo digno y bien remunerado, un auto del año, una casa propia y muchos viajes al extranjero. Abundancia y éxito.
twitter: @chavamunguias
24 de junio de 2012
Los perros andan sueltos
Salvador Munguía
Intenté dormir pero fue imposible. Olía a madres, a orines de hombres que supongo jamás habían tomado un litro de agua pura en sus míseras vidas. Había gritos y mucho escándalo. La llamada a la que todo detenido tiene derecho jamás llegó. Salimos a las 8 de la mañana. Me despedí del cholo y le di un abrazo como si se tratara de mi hermano mayor. Los 30 pesos de fianza lo pagó el padre de una de mis amigas con una indispensable condición: alejarnos de su hija. Al salir de ahí me juré a mí mismo no volver a pisar esa mazmorra por el resto de mis días.
Una gran celda con olor a meados me esperaba, era tan fuerte el olor a orines que hacia suponer que era habitada por hombres que supongo jamás habían tomado un litro de agua pura en sus míseras vidas. Antes de entrar me quité los lentes para verme menos pepinazo, fruncí las cejas y puse cara de maldito. Patee a mi amigo delante de unos cholos y escupí un gallo verdoso. Caminé a paso seguro y desperté a un borrachín que dormía sueños insondables, lo levanté de la cama de cemento; quítate por allá, dónde no te pueda ver, le dije.
Los pañales me sirvieron de almohada y dormí un rato. Mis amigos se acercaron, querían hacerme platica. ¿Estás molesto? Por su culpa, idiotas, estoy aquí. Es culpa del operativo, Chava, el operativo es como la tempestad, no hay poder en la tierra que pueda detenerlo, argumentó estúpidamente uno de ellos. Me paré y fui hasta la rendija, llamé a un polizonte y le exigí mi llamada. Más tardecito mi lic. fueron a pagar el teléfono, nos los cortaron ayer, dijo el chistoso. Volví a mi cama de cemento y una melancolía infinita se apoderó de mi alma; pobre hijo mío, qué haría sin pañales y sin leche, pobre de su culito, malditas sus tripas que no lo dejarían en paz con una simple avena, indefensa criatura que no tiene la edad para reprocharme nada, cómo hacerle saber que su padre estaba rodeado de criminales en potencia, encerrado y nostálgico. Llamé a mi amigo que cabeceaba recargado en un barrote, le dije que lo estimaba mucho y que lo echaría de menos pero que por favor no me volviera a dirigir la palabra en toda su vida. Se quedó sin palabras. Acomodé otra vez los pañales de almohada y me quedé pensando en lo idiotas que eran nuestras autoridades. En ciudades como Madrid, Barcelona o París, le gente puede beber en las calles, no hay necesidad de huir, de sobornar a la policía o de llenar las cárceles preventivas para recaudar fondos que nunca sabremos a donde van a parar. ¿De verdad creen que por realizar ese tipo de redadas la gente se volverá abstemia y dejará de beber en la calle? Ingenuos. ¡Que vayan por los violadores, por los robachicos, por los secuestradores!.. ¡A los borrachos déjenlos en paz, carajo!
twitter: @chavamunguias
25 de mayo de 2012
Adiós Perla
24 de marzo de 2012
Las redes sociales, la amistad y Rubem Fonseca
Las bandejas de entrada de nuestros correos electrónicos están llenos de basura virtual; cadenas con temas lastimeros, religiosos y políticos; ofertas que a nadie interesan; mala pornografía, etc. Pocos son los e-mails que valen la pena. La inmediatez de las redes sociales nos han (mal) acostumbrado a mandar y recibir mensajes cortos. Son escasas las personas que se detienen a reflexionar sobre qué escribir, mandar o compartir. En lo personal, mantengo “contacto” a través de este medio con muy pocas personas, son amigos y familiares que principalmente viven en algún otro lugar del que yo habito. Hoy por la tarde, por ejemplo, he recibido un mensaje de un amigo periodista, Pepe David, un tipo que parece tener el don de escribir buenos e-mails, de esos e-mail que ponen de buen humor a la gente. Quisiera compartirles parte del mensaje que he recibido esta tarde. Que por cierto, refleja un poco (o mucho) la amistad que une a los amigos: el placer por la bebida, los gustos musicales y literarios, y sobre todo, la devoción, el afecto y la inspiración que producen las mujeres. Aquí el extracto del e-mail.
No sé si recuerdes que en mi pasada visita a Morelia me compré algunos libros. (En realidad, no tendrías porqué recordarlo) En fin, a lo que voy es que uno de ellos era del maestro --por favor, ponte de pie-- Rubem Fonseca. Yo llegué a su literatura hará unos diez años, quizá un poco más. Y desde entonces no lo suelto.
Te platico esto porque en 2007, durante la Feria del libro de Guadalajara, entré a una lectura pública que hizo el maestro. Ahí leyó unos cuentos de su (entonces) nuevo libro: Ella y otras mujeres. A todos nos atrapó. Pero hubo uno cuento en particular que, cuando lo escuché, y luego cuando lo leí en la tranquilidad de mi casa, me siguió gustando. Estoy convencido, y así lo he dicho siempre que puedo, que es un cuento perfecto. Tiene todo. (Desde luego, no todos los cuentos están del mismo calibre, pero, en serio, no hay ninguno malo.) Bueno, ahora te comparto aquel cuento.
De nada.
ELLA
Tomé su mano, la puse sobre mi corazón, dije, mi corazón es tuyo, después la coloqué sobre mi cabeza y dije, mis pensamientos son tuyos, moléculas de mi cuerpo están impregnadas con moléculas del tuyo.
Después puse su mano en mi verga, que estaba dura, y dije, esta verga es tuya.
Ella no dijo nada, me la chupó, después le chupé la panocha, se subió encima, cogimos, ella se quedó arrodillada, con la cara en la almohada, la penetré por atrás, cogimos.
Me quedé acostado y ella, de espaldas a mí, se sentó sobre mi pubis y metió mi verga en su panocha. Yo veía cómo entraba y salía mi verga, veía su culo rosado, que después lamí. Cogimos, cogimos y cogimos. Me vine como un animal agonizante.
Ella dijo, te amo, vamos a vivir juntos.
Le pregunté, ¿qué, no estamos muy bien así? Cada quien en su rincón, viéndonos para ir al cine, pasear por el Jardín Botánico, comer ensalada con salmón, leernos poesía uno al otro, ver películas, coger. Despertar todos los días, todos los días, todos los días juntos en la misma cama es mortal.
Ella respondió que Nietzsche dijo que la misma palabra amor significa dos cosas diferentes para el hombre y para la mujer.
Para la mujer, amor expresa renuncia, dádiva. En cambio, el hombre quiere poseer a la mujer, tomarla, a fin de enriquecerse y reforzar su poder de existir. Le respondí que Nietzsche era un loco.
Pero aquella conversación fue el principio del fin.
En la cama no se habla de filosofía.
Saludos cordiales,
Pepe David
PD (1): ¿Cómo va todo por allá? ¿Cómo está Nick? (Dale muchos besos de mi parte)
PD (2): Te dejo… creo que me están observando
27 de febrero de 2012
Aforismos Invisibles parte 1.
De la abuela:
“Si no eres decente por lo menos sé discreto”.
“Lo que no cupo en el infierno vino a caber en mi familia”.
“Si Dios te llega a alargar los días, no quisiera estar en tu lugar”.
"Todos los hombres son unos animales sin Dios, y tú no eres la excepción".
Sobre la vida:
La vida: caminar, crecer, tropezar y seguir tropezándose.
La vida es una mierda y encima nos morimos.
La vida no es más que un puñado de derrotas, una cantidad considerable de decepciones, otro tanto de deudas… y contadas excepciones de mujeres que te hacen feliz y desdichado.
Una de las pocas cosas por las que el hombre deberá estar orgulloso toda su vida... es no haber sido chambelán.
El futuro no es otra cosa que no tener absolutamente nada que hacer en el presente.
“La vida: naces, te metes en líos, y luego te mueres”.
La vida del hipopótamo macho es ejemplar: reposar el día entero en el fango y copular con varias hembras.
Sobre la Mujer:
Las mujeres, entre todas sus obligaciones, la principal es: hacer felices a los hombres.
Tres cosas unen a una mujer con un hombre: dinero, lujuria y un hogar compartido.
Una mujer que nace con el diablo dentro... con él se muere.
Usar lentes de contacto es tan molesto como dormir a diario con la misma mujer.
Si todas las mujeres fueran cariñosas y amables; no habría hombres borrachos.
El hombre es cazador y la mujer recolectora.
Si no lubrica, no te ama.
Sobre la bebida:
Se bebe por una mujer, por los hijos, por los amigos que nunca existieron, por los días nublados.
Beber no es un placer, no es un acto reflejo, no es una enfermedad. Es una necesidad.
“Se bebe por educación”.
Se bebe para destruirnos, antes que los otros lo hagan.
Se bebe por ocio, por angustia, por rencor, por desprecio, por traición. Por placer.
Se bebe para olvidar que se bebe.
Se bebe como se muere: solo.
Sobre el borracho:
Un cuerpo borracho es un cuerpo en paz.
Borracho que ladra no muerde.
Hoy ya salió para beber, para comer ya dios dirá.
¿Quieres dejar de tener amigos? Deja de beber.
Amanecer borracho te da el valor de enfrentarte a los embates de la vida, a calmar la ansiedad de los días tristes e inciertos, y un regalo; escuchar el canto de los pájaros.
No es lo mismo “Todo para Bebés” que “Bebes para Todo”.
El mezcal debería llamarse Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos.
Consejo contra la resaca: seguir bebiendo.
Lloro, grito, aúllo, cojo, engendro,
blasfemo, me endrogo, bebo... luego existo.
Sobre los vicios:
Los vicios son parte de la personalidad.
Hay drogas para trabajar sin necesidad de comer, falta una para comer sin trabajar, así te drogas, comes y no trabajas.
El rostro se convierte en espejo de nuestros vicios.
Es más fácil olvidar una mujer que olvidar un vicio.
Es más caro tener un hijo que tener un vicio.
Sobre todo y nada:
Las mentiras se hicieron para hacer menos desdichadas a las personas.
Entre abogados y meteorólogos no hay mucha diferencia; unos cobran por mentir, los otros por alarmar al mundo entero.
En cada uno de nosotros hay un cretino al acecho.
Odiarse significa todavía creer en sí mismo.
Un bebé inquieto desequilibra la vida de un adulto tranquilo.
Un Derecho Universal: La Holgazanería.
Los bares son más seguros que las canchas de futbol.
Sobre la nostalgia:
Ni aquellos días fueron tan increíbles, ni los de ahora son tan grises.
Querer recordar que pasó la noche anterior, es una mala forma de perder el tiempo.
Los buenos recuerdos abundan; los sinsabores se multiplican.
Sobre los propósitos:
Los propósitos de año nuevo se inventaron para no cumplirse.
Hasta hoy, he cumplido varios propósitos, no trabajar, por ejemplo.
Dejar de beber, hacer ejercicio, ponerse a dieta, buscar un mejor empleo, viajar al otro lado del mundo; es perder el tiempo en tiempos apocalípticos.
twitter: @chavamunguias