6 de julio de 2009
La despedida
Cualquier despedida, por corta, larga o duradera que esta sea, por necesidad o placer, es dolorosa. Alguna vez leí, que una parte de ti, muere en el momento de decir adiós. La estación de autobús, el aeropuerto, la estación del tren, se convierten en un albergue de llanto, dolor, nostalgia, pero muchas veces también de esperanza e ilusión.
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1 comentarios:
¡Me gusta tu post! En efecto, las despedidas son "especiales" (cuuursi, pero cierto), y las bienvenidas igual... Después de leerlo, ahora que lo pienso, recuerdo muchas despedidas y bienvenidas en andenes, estaciones, aeropuertos, en la pinche puerta, en fin. No recuerdo mucho del tiempo compartido, pero sí del momento en que inició y todo era ilusión, o el momento en que terminó y todo era tristeza... o esperanza.
Otra vez: ¡me gustó el post!
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