15 de febrero de 2009

Enfermedad crónica


Por: Rafaela Rentería


La penumbra impide que vea el color del sufrimiento, aquí ya nadie pide nada más de lo mínimo indispensable para estar vivo, aquí la esperanza se barrió con mucha agua transparente y nos mostró un áspero hueco en el pecho.


Arturo ya no quiso salir de casa y decidió mantenerse fumando mota se cree una extensión del cigarro después de que su novia se fuera con su ex.


Lorena fue directa al suicidio al no lograr perder veinte kilos.


El niño de cincuenta regresó al lecho materno luego de no entenderse con las mujeres.


Elena termino esquizofrénica recluida en una clínica después de amar apasionada.


La esperanza es una enfermedad crónica que opaca las escasas oportunidades de estar bien. Quien cree en ella esta condenado a hervir podridos deseos en los intestinos. Además nos lleva a intoxicarnos de cualquier sustancia para desconectarnos de la supuesta cordura de lo lógico para no querer saber nada de lo que sucede y como sucede. Los que no creen en ella están libres de engaños.


En realidad la esperanza es el berrinche adornado de los hombres.

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